No alardea de sus virtudes, aunque muchas veces ella misma se asombra por el físico que le regaló la naturaleza. “En el espejo no te podés ver bien, pero cuando mirás las fotos valorás más lo que tenés. No hice muchas producciones de este tipo, y me sorprendo un poco”. Mientras se alista para la siguiente toma fotográfica, su novio sube la apuesta: “Hoy por hoy, tiene el mejor cuerpo de todas las modelos argentinas”. Una realidad que Lucila González (22) cuida con responsabilidad.
“Asisto al gimnasio tres veces por semana, trato de mantener una conducta. Y cuando no puedo ir, enseguida busco compensar esa falta. Para mí es natural hacer actividad física, porque de chica me internaron en el club y practiqué de todo: hockey, natación, danza clásica, tenis, voleibol, handbol, gimnasia rítmica y artística. Habré hecho dos años de cada especialidad, y gracias a eso no tengo el cuerpo típico de una disciplina determinada. Lo genético viene de nacimiento, y el deporte lo fue mejorando”.
—¿Le aconseja a sus colegas tomar el gimnasio como prioridad?
—Para este trabajo, sí o sí, hay que ir al gym. Para mí vale tanto o más que ir a la peluquería y hacerte el color o las manos. Muchas chicas se relajan y dicen que después todo se retoca con photoshop, pero la decisión queda en cada una. Me parece que cuando vas a ver a un cliente corresponde presentarse de la mejor manera. Y estar en buena forma física es primordial.
—¿Recibe piropos subidos de tono?
—Sí, ¡me han dicho cada asquerosidad! A todas las mujeres nos gusta que nos digan cosas lindas, mientras no tengan mala intención ni sean desagradables.
Modelo de la agencia Multitalent, a seis materias de graduarse en Administración de Empresas, Lucila se siente agradecida de que no le falte trabajo en un mercado tan competitivo. “Hay muchas chicas lindas, y cada vez que me eligen para algo, me hace feliz. Lo lindo de esta profesión es disfrutarla, me gusta tanto un día de trabajo que te pagan poco como uno en el que te pagan mucho. Creo que estoy en la edad justa, soy una mujer que vive sus últimos capítulos de adolescente. Y la experiencia acumulada me permite conocerme cada día mejor.”
—¿Sigue de novia con su manager?
—Si, el 1 de abril vamos a cumplir dos años. Nos llevamos muy bien, y somos muy compañeros. A Tomás (Darcyl) lo consulto sobre todo, quiero que me aconseje, porque le tengo admiración y respeto. También me gusta cuidarlo, porque aunque es grande mantiene su costado de chico. Es un ida y vuelta, funciona bárbaro.
—¿Hay planes de convivencia?
—Vamos paso a paso. El año pasado me decidí vivir sola, y por suerte se dio de una manera muy natural. Debe de ser porque ya tenía ganas de independizarme, me sentía madura para el cambio. Igual, es inevitable que te hace sentir más adulta, más responsable. Para convivir me parece que todavía falta, siempre le digo a Tomás que cada pareja es un mundo aparte, y que las cosas que en otros funcionan, quizás en nosotros no. Me encanta analizar las relaciones humanas, cuando me reciba desearía escribir un libro sobre el tema.
—La maternidad, ¿es un capítulo lejano?
—Sí, falta bastante, aunque debo confesar que antes ni siquiera lo pensaba. Y este verano, en Punta del Este, lo miré de otra manera. No sé si será por ver a Rocío (Guirao Díaz) embarazada o por la edad (risas), pero empecé a pensar “qué lindo sería estar embarazada”. Igual, por ahora no deja de ser sólo una presunción.
extraido de: http://www.caras.uol.com.ar/nota.xtpl/Lucila-González,-pura-superación.htm?publicid=a9NBiEFltoIaFhokHvCP7Jw
